El amigo que murió

Me encontraba a la salida de la misa de cuerpo presente del papá de un amigo. El detalle de la muerte viene a menos y las escenas de dolor, las comunes cuando se pierde a un ser querido.
Yo dudando, para variar, en disponerme a saludar a mi amigo. Dado que llevaba a su madre en sus brazos y es que ahora él se convertía por automático en su soporte.
Los amigos fieles del difunto octogenarios en su mayoría, caminaban a paso firme y redoblado siguiendo al gran amigo. Cuando en ello un itinerante y algo perdido transeunte de movimiento tembloroso por los años, pide información sobre el velorio de un amigo. A lo que la persona consultada extiende el brazo y le afirma que su amigo esta ahì adentro. Saliendo de la misa hacia la vida eterna.

La mirada de este hombre me conmovió en gran medida llegando al punto de escribirlo para no llegar al olvido. Y es que pude percatarme el grado de amistad intenso que se tenían y pude percibir el dolor en el silencio que acompaño su mirada.
Ante eso, como impulso que mueve el corazón, me imagine en esa escena. A los amigos que vere partir y a los amigos que me verán a mi. Y en ese instante comprendí. CARAJO!!! que xevere es llevar la amistad a lo eterno.

EL transeunte hallo su camino y se unió a su Dream Team, cabiz bajo y a la vez sonriente de una amistad que no perece.

Gracias JP!